En el ámbito laboral, existen distintas formas en las que un trabajador puede dejar de prestar sus servicios en una empresa. Dos de las más comunes son la baja voluntaria y el despido disciplinario. Sin embargo, aunque ambas implican la finalización de la relación laboral, existen importantes diferencias entre ambas. En este artículo, te explicamos cuáles son.
Baja voluntaria
La baja voluntaria se produce cuando el trabajador decide por sí mismo poner fin a la relación laboral con su empresa. Es decir, es una decisión unilateral del trabajador. En este caso, el trabajador debe comunicar su intención de darse de baja con una antelación mínima de 15 días a la empresa, salvo que el convenio colectivo establezca un plazo superior.
El trabajador no tiene que justificar los motivos de su baja voluntaria, y la empresa no puede negarse a aceptarla. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la baja voluntaria no da derecho a la indemnización por despido ni a la prestación por desempleo, salvo que el trabajador pueda acreditar que la baja se ha producido por alguna causa justificada.
Despido disciplinario
El despido disciplinario, por su parte, se produce cuando la empresa decide poner fin a la relación laboral con un trabajador por una causa justificada. Es decir, es una decisión unilateral de la empresa. Para que el despido disciplinario sea procedente, la empresa debe acreditar que el trabajador ha cometido una falta grave o muy grave que justifica su despido.
Entre las causas que pueden justificar un despido disciplinario se encuentran el incumplimiento grave y reiterado de las obligaciones laborales, el acoso laboral, el hurto o el fraude en el desempeño del trabajo, el absentismo laboral, entre otras.
En caso de que el trabajador considere que el despido disciplinario no está justificado, puede impugnarlo ante los tribunales de justicia. Por eso es fundamental no saltarse las comunicaciones al igual que ningún paso marcado en la norma para este tipo de despido. Si el despido se declara improcedente, la empresa tendrá que readmitir al trabajador y abonarle una indemnización por despido.
Conclusiones
Como hemos visto, la baja voluntaria y el despido disciplinario son dos formas distintas de finalizar la relación laboral entre un trabajador y su empresa. Mientras que la baja voluntaria es una decisión unilateral del trabajador, el despido disciplinario es una decisión unilateral de la empresa. Además, la baja voluntaria no da derecho a indemnización ni a prestación por desempleo, mientras que el despido disciplinario puede dar lugar a una indemnización en caso de que se declare improcedente.
Por tanto si el trabajador decide irse de forma voluntaria deberá plasmar su voluntad de forma clara e inequívoca ante la empresa. Da igual que sea de forma manuscrita y sin seguir un lenguaje formal. Mientras que si el trabajador simplemente no da señales, será un despido disciplinario y nunca uno voluntario.
Esperamos que esta información te haya sido útil. En caso de que tengas alguna duda o necesites asesoramiento laboral, no dudes en contactar con nosotros. En nuestra asesoría estaremos encantados de ayudarte.